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Requisitos para crédito hipotecario

Tras el boom inmobiliario e hipotecario de principios de este siglo, la grave crisis financiera y el pinchazo de la burbuja provocaron una caída tanto en el número de hipotecas concedidas como en el saldo vivo hipotecario de las familias en el sistema financiero español. Los bancos empezaron a endurecer las condiciones para acceder a un préstamo hipotecario ante las dificultades que encontraban para financiarse en los mercados internacionales y el aumento en los impagos en los préstamos existentes.

La re-estructuración bancaria que comenzó en 2012 y la salida de la crisis ha permitido que las entidades financieras comiencen de nuevo a relajar las condiciones para acceder a un préstamo hipotecario y crezca el número de hipotecas concedidas. Durante la época de la burbuja, no era difícil conseguir un préstamo hipotecario que, no solo financiase la compra de la vivienda sino también los gastos y una pequeña reforma. Además, los tipos de interés estaban en unos niveles muy bajos y los bancos aumentaron el plazo de devolución de las hipotecas. Con todo ello, incluso las personas con una menor renta y sin ahorros pudieron contratar un préstamo hipotecario.

En la actualidad, el número de hipotecas sobre vivienda concedidas por las entidades financieras ha descendido un 84% desde marzo del 2016, mes en el que se marcó el máximo de 127.233. Por tanto, aunque no estamos en la misma situación de laxitud con relación a las condiciones exigidas por los bancos a la hora de autorizar un préstamo, sí que se están percibiendo ciertos signos de apertura que nos hacen ser más optimistas.

Pero, ¿qué requisitos debemos cumplir si queremos que un banco nos autorice un préstamo hipotecario?:

1. Estabilidad laboral para devolver el préstamo. Los contratos laborales temporales y las prestaciones por paro no son en su mayoría aceptados por las entidades a la hora de autorizar un préstamo. Se prefieren contratos fijos y funcionarios de la administración con una antigüedad en la misma empresa de al menos 18 meses.

2. Disponer de ahorros suficientes para cubrir la parte de los gastos y del precio de la vivienda que no financia el banco. La mayoría de las hipotecas que se comercializan a día de hoy financian hasta el 80% del menor de los valores de tasación o compraventa. No obstante, algunas entidades pueden llegar a financiar un porcentaje mayor. Consúltanos, si necesitas llegar a un porcentaje mayor.

3. Ingresos netos declarados suficientes para repagar el préstamo. Las entidades financieras no nos permitirán como norma general que todas las cuotas de todos los préstamos que tenemos más el que solicitamos no superen el 30%-35% de nuestros ingresos netos demostrados.

4. No aparecer en un listado de morosidad (RAI, ASNEF,…), ya que el historial crediticio de los solicitantes es un aspecto que los bancos tienen muy en cuenta.

Todos estos aspectos deberán ser demostrados documentalmente a la entidad financiera que estudie nuestra solicitud del préstamo. Para ello, tendremos que presentar una serie de documentos que determinarán la viabilidad de la solicitud, como nuestra declaración de la renta, nóminas, contrato de trabajo,…

Este post ha sido revisado por un agente especializado de Genial Banking

José Antonio

José Antonio

CEO de GenialBanking y experto en la intermediación de créditos inmobiliarios, mercados financieros y gestión de activos.

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