Ante la dificultad o imposibilidad de cumplir con la cuota del préstamo, lo mejor es informar a la entidad y llegar a un acuerdo con ella antes que dejar de pagarla. Ya que el impago de alguna de las cuotas nos va a generar el pago de más intereses y la entidad comenzará a advertirnos de manera cordial, bien por carta o bien por teléfono.
Si se dejan de pagar 6 o más cuotas, entonces la entidad puede comenzar lo que se denomina la vía judicial. Es decir, podría pedir vía judicial la resolución anticipada del contrato de préstamo por incumplimiento del deudor mediante la venta en pública subasta del bien hipotecado con el fin de liquidar la deuda. A partir de este momento, la deuda a devolver aumenta significativamente, debido a las costas, una serie de gastos y los intereses de demora. Si tras la subasta, el banco no ha podido liquidar toda la deuda, el deudor continuaría estando obligado a saldar lo que faltase con todo su patrimonio (bienes y derechos).