Seguro que has oído hablar del TIN y el TAE. Son términos que se utilizan en operaciones bancarias, pero, ¿sabes realmente qué significan y la relación que tienen con los intereses? A continuación, te explicamos qué son y cómo utilizarlos para analizar los gastos de manera realista.
Las diferencias entre el TIN y el TAE
El TIN y el TAE pueden parecer términos parecidos, pero hay grandes diferencias. Ambos indican los intereses a recibir o a abonar en una operación bancaria y es habitual verlos asociados a inversiones y préstamos. Sin embargo, la información que aportan es muy distinta.
¿Qué es el TIN?
TIN son las siglas de Tipo de Interés Nominal. Es una información que se utiliza para dar a conocer los intereses fijos que se recibirán o se abonarán en un periodo determinado por la entidad. Con esta definición puede parecer que el asunto ha quedado claro, pero no es así. Hay algunos condicionantes que no se incluyen en este cálculo y que pueden afectar notablemente al importe total.
¿Qué es el TAE?
TAE son las siglas de Tasa Anual Equivalente. Esta información también aporta datos sobre los intereses a recibir o a abonar en una operación. En este caso, el periodo indicado es siempre anual. Incluye otros datos de interés, como las comisiones del banco por la operación o los plazos.
¿Es mejor fijarse en el TIN o en el TAE?
El TIN y el TAE no se indican en todos los productos, así que no siempre los puedes comparar. Trata de no hacer los cálculos basándote en el TIN. Puede ser una referencia inicial, pero has de asegurarte de cuál será el importe final si se aplican gastos mensuales. También has de calcular la periodicidad de los plazos.
El TIN puede variar en base a las comisiones, los gastos mensuales o similares. Te ponemos un ejemplo. Contratas un producto con un TIN que te va a rentar 500 euros anuales. Los gastos mensuales son de 4 euros y la comisión del banco equivale a unos 20 euros mensuales. Al final del primer año, de esos 500 euros, tan solo recibirás 212 euros.
Si otro banco te ofrece la misma ganancia que hemos puesto de ejemplo a cambio de un valor equivalente a un TAE de 300 euros, la opción será más interesante. Mientras que el banco que te ofrece 500 euros de TIN tan solo te dejará 212 euros al año, el que te ofrece 300 euros te dará el importe ofrecido.
Otros detalles al fijarse en el TIN y el TAE
Hay alguna información que has de recabar antes de aceptar un producto basándote en el TAE. Por ejemplo, puede que el beneficio esté sujeto a comisiones de apertura y gastos de estudio. Esto irá aparte del TAE y supondrá un gasto a tener en cuenta.
Otra cosa que has de tener en cuenta son los condicionantes. Es decir, puede que algunos beneficios o cobros estén ligados a otras condiciones, como la adquisición de más productos, mantener un mínimo en cuenta y otros por el estilo. En Genial Banking hablamos claro. Te mostramos los bancos que ofrecen las mejores hipotecas y te informamos de los detalles que nos facilitan y son de tu interés. Utiliza nuestro buscador y elige la mejor hipoteca para tu vivienda o negocio.